lunes, 9 de marzo de 2009

Programa del 7 de Marzo. Especial Cuba

Volvimos a Latinoamérica , primero con problemas técnicos despues con problemas tácticos (?) pero siempre con la mente puesta en la rumbera y revolucionaria isla. Comentamos algunas películas al azar...
Pueden descargarse el programa pinchando aca y sino directamente vayan a la página de unaradio para escucharlo en streaming.
Pinchando en los burritos como siempre link descarga al Emule.

Coffea Arábiga (1968) Nicolás Guillén Landrián

A Guillen Landrián el gobierno le pidió un corto para difundir y promover el cultivo de café en la isla y Guillén Landrián se despachó con experimento visual con grandes momentos como la chica "casual" que responde una entrevista en el idioma oficial de la isla... el ruso.

La Leyenda (2004) Finlandia.

Desde la gélida escandinavia nos llega este cortorretrato sobre un pintoresco personaje supuestamente de la revolución: Jorge Jorge. Entre realidad y mitomanía el entrañable octogenario nos lleva por los momentos más kitsch de su vida a través de su patchworkeada memoriada.


La Muerte de un burocráta (Tomás Gutierrez Alea,1966)


Las peripecias y avatares de un joven que trata de enterrar a su tio, antiguo obrero ejemplar y creador de un invento extraordinariamente socialista: una maquina de inventar bustos. Sátira inteligente de un revolucionario convencido que se cansó de tanta pompa y tanto slogan y tan poca revolución.

Salut les Cubains! (Agnes Varda,1963)



El homenaje de la señora Demy para la revolución naciente, exótica y divertida a través de un viaje fotográfico. SUBSenespañol

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya no quedan refugios...


(EFE) LAOS-APERTURA (Crónica) Laos se sube al tren para salir del aislamiento



Gaspar Ruiz-Canela
Thanalaeng (Laos), 19 mar (EFE).- Laos, el país asiático que dos décadas atrás inició un lento proceso para salir del aislamiento y adaptar su economía comunista a la de mercado, ha dado otro paso importante hacia la apertura al inaugurar su primera línea de ferrocarril con la vecina Tailandia.
"Viajo todas las semanas a Bangkok por negocios, me ha entusiasmado subir al primer tren que conecta mi país con el exterior", dijo ufana a Efe Khone Soukhavang, empresaria laosiana del sector textil que adquiere en Tailandia el genero que después vende en los mercados de Vientiane, la capital de Laos.
Soukhavang, de 32 años, pertenece a la generación de laosianos que no sufrieron la guerra civil ni los bombardeos de las fuerzas de de Estados Unidos durante la contienda en Indochina, y cuyos hábitos están más próximos a la filosofía de libre mercado que a los dogmas del partido comunista.
Empresarios y trabajadores laosianos se mezclan con los turistas en los tres vagones enganchados a la locomotora que atraviesa los 3,5 kilómetros que separan la ciudad tailandesa de Nong Khai, a orillas del río Mekong, de la pequeña localidad laosiana de Thanalaeng.
El tren, que recorre el trayecto en media hora, tiene capacidad para transportar a medio millar de pasajeros y atraviesa el legendario Mekong por el llamado Puente de la Amistad, inaugurado en 1994 y que fue un hito en la historia de este empobrecido país sin salida al mar y geográficamente encajonado.
La nueva vía férrea, cuya construcción comenzó hace tres años, ha supuesto una inversión de 197 millones de bat (5,5 millones de dólares, 4,1 millones de euros) por parte de Tailandia, otrora enemiga de la comunista Laos.
Las cajas y las maletas se amontonan en las estanterías y en los espacios que hay entre los vagones, pese a los esfuerzos de los revisores y otros empleados que intentan a toda costa apartar los bártulos para desbloquear el paso a los pasajeros.
Tampoco los risueños funcionarios de aduanas disimulan su alegría y entusiasmo ante este nuevo adelanto, que forma parte del plan de los países del Sudeste Asiático de crear una intrincada red de carreteras y líneas de ferrocarril que acabe con el aislamiento de la región que hasta no hace mucho recorrían las mulas de caravanas que portaban la droga.
Tras la victoria de los comunistas laosianos, vietnamitas y camboyanos, a mediados de la década de los setenta del pasado siglo, esta región bañada por el Mekong se convirtió en la principal zona de tránsito del opio y la heroína elaborada en el Triángulo de Oro.
En esa región, en la que confluyen las fronteras de Tailandia, Laos y Birmania, se producía el 70 por ciento de la droga que abastecía el mercado mundial.
"Aunque esta vía ferroviaria es muy corta, tiene un significado histórico muy importante para Laos porque supone un enlace de transporte internacional", dijo el ministro laosiano de Transportes, Sommmath Pholsena.
Con la nueva infraestructura de transportes, Laos aspira a convertirse en un país de tránsito de bienes y personas entre los países del Sudeste Asiático.
El año pasado fue inaugurada otra importante vía de comunicación, conocida como la "Red del Mekong", que comunica por carretera a Laos con los países vecinos; Tailandia, China, Vietnam y Camboya.
El régimen comunista de Laos comenzó hace dos décadas a copiar el modelo chino de "un país y dos sistemas" con el propósito de atraer capital extranjero, pero la falta de infraestructura ha mantenido alejada la inversión, que encabezan China y Vietnam.
Las carreteras del país están jalonadas de anuncios de empresas y de destinos turísticos chinos y los diarios locales anuncian días de ensueño en los casinos de juego levantados al otro de la frontera, en China.
Laos, con cerca de 6,5 millones de habitantes, se ha convertido tras las construcción de casi una decena de presas hidroeléctricas a lo largo del Mekong, en la "batería" del sudeste de Asia. EFE