lunes, 12 de octubre de 2009

Especial Laurent Cantet

En esta ocasión se nos dio por revisar la breve pero interesante filmografía de este buen francés. A pesar de nuestro pruritos contra el cine francés (en general en el caso de F, de los últimos años en el de JP), saludamos fervientemente estas películas que comentamos. El programa de radio como siempre, si te lo perdiste en vivo lo escuchás haciendo click acá.

Recursos Humanos (1999)
Ganadora de algún premio en el Bafici 99´, Cantet nos propone desde esta película, acercarnos a los procesos gerenciales de gestión de fuerza de trabajo desde muy adentro. La historia tiene una perspectiva familiar, en donde el protagonista (un chico recién recibido de licenciado en recursos humanos) entra como pasante en una empresa que fabrica algun tipo de coso de metal y que tiene a su padre dentro del staff de obreros robotizados. Al principio el chico conocerá las mieles del éxito empresarial, siendo felicitado y motivado por sus superiores, pero pronto sus obligaciones de garca entrarán en contradicción con la posición subalterna de su padre. El inexperto profesional se encuentra así con la noticia de que la empresa planea desprenderse de parte de estos recursos, incluido su padre. Es el momento del clic y del alumbramiento. El joven se da cuenta que se transformó en un garca. Hará todo lo posible para defender a su padre, hasta se transformará en un sindicalista luego de criticarlos al mejor estilo vieja chota de barrio norte. Pero también se dará cuenta que ya está del otro lado, que la estructura lo lleva a otro nivel de vida, a otro espacio geográfico y simbólico, y que ya no es más un pulcro estudiante, sino un garca que tiene como misión destrozar familias para elevar las ganancias de unos gordos pelados de traje. A ambos tragediayfársicos nos gustó mucho mucho.



El empleo del tiempo (2001)
Un consultor económico se queda repentinamente sin trabajo. Ante la presión tácita de su familia y de la sociedad decide esconder su situación de desempleado inventando un trabajo soñado como asesor de la ONU en Suiza (a medida que trascurre la historia descubrimos que fue expulsado de su trabajo anterior por cansarse de su vida monótona y garca). Entremientras se embarca, primero, en una suerte de estafa piramidal con sus amigos y, luego, en un indigno pero lucrativo trabajo como contrabandista en Polonia. Finalmente la mentira se derrumbará y su familia le hará pagar el precio por renegar de su posición privilegiada dentro del esquema de relaciones laborales (aunque no lo dicen así, claro). Especialmente los hijos, que son unos putos. Como siempre en Cantet, el final es desoladoramente agridulce y nos asfixia con su visión descarnadamente estructuralista del mundo. A F le emboló un poquito, pero Jp le da nuevamente su abrazo más vehemente.




Entre los muros. (2008)
Esta vez Cantet se mete con el tema de la educación, para nuevamente hablarnos de la lucha de clases y de las infranqueables diferencias que las separan. La película se centra sobre un profesor de lengua (guionista de la película y ex profesor) de escuela pública en su contienda cotidiana por infundirles a sus alumnos rebeldes cómo hablar bien y respetar a las autoridades. Aunque conciente de su posición como ejecutor de la violencia simbólica de clase, el profesor (que además es piola y fachero) tiene buenas intenciones y quiere brindarles a sus alumnos herramientas de progreso social. Eso no implica que sepa qué carajo hacer con estos negritos que vienen de todas partes de África y un poco más o menos lúcidamente sospechan que la escuela no les sirve para nada y no actúa más que como disciplinadora. Ahora... ¿hay una forma justa y respetuosa de la diversidad de brindar educación? esto no lo dice la película, pero de alguna manera surge implícito en la película. Cantet nos lleva nuevamente a un nuevo callejón sin salida en el que cada parte se encuentra encerrada dentro de sus limitaciones de clase y no puede resolver sus contradicciones. Nuevamente los dos pulgares arriba de F y JP.



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